¡Decorar tu hogar con plantas nunca ha sido tan emocionante! Hoy te presentamos a la maravillosa Echeveria mínima, una suculenta con rosetas diminutas que transformará cualquier rincón de tu hogar en un oasis de belleza.
La Echeveria mínima es originaria de México, específicamente de Tasquilo en el estado de Hidalgo. Lo que la hace tan especial a esta suculenta es su tamaño compacto y sus rosetas pequeñas, que la convierten en la planta ideal para decorar cualquier espacio, por pequeño que sea. ¡Es perfecta para darle un toque especial a tu hogar!
Cuidados básicos
Para que tu Echeveria mínima luzca radiante y saludable, solo necesitas seguir unos cuidados muy sencillos. ¡Aquí te dejamos la guía completa para que tu suculenta sea la estrella de tu decoración!
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Sustrato
Como la mayoría de las suculentas, la Echeveria mínima se adapta muy bien a cualquier tipo de sustrato que le proporcione un buen drenaje. Un sustrato ideal sería una mezcla de 50% de sustrato universal con humus de lombriz, 30% de grava, piedra volcánica o corteza de árbol, 15% de turba o perlita, y 5% de arena de río. ¡Así evitarás los encharcamientos que pueden dañar sus raíces!
Temperatura
La Echeveria mínima prefiere temperaturas entre los 18° y los 27°C, pero es una planta muy resistente que puede sobrevivir tanto en temperaturas más bajas como más altas. ¡Es una campeona de la adaptación!
Iluminación
Esta suculenta necesita entre 4 y 6 horas de luz solar directa al día. Si vives en un lugar donde el sol es muy intenso, lo mejor es evitar exponerla al sol directo entre las 12 y las 15 horas. ¡Así mantendrás sus hojas en perfecto estado!
Riego
El riego es crucial para cualquier suculenta. La Echeveria mínima retiene mucha agua en sus hojas, por lo que debe regarse de manera moderada. Asegúrate de que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regarla. ¡Así evitarás el exceso de humedad que puede dañarla!