El Alzheimer es una afección neurodegenerativa que deteriora las capacidades cognitivas: pensar y la memoria. A medida que la enfermedad progresa se pierde la habilidad de hacer tareas simples.
Esta enfermedad genera transformaciones en el cerebro que implica el deceso de las células nerviosas y de sus conexiones, lo cual, perjudica las arenas del lenguaje, juicio y pensamiento.
Los síntomas incluyen la pérdida de memoria, desorientación, dificultades en el lenguaje, cambios en el comportamiento como depresión o apatía, y problemas para realizar actividades como cocinar, vestirse y más.
El alzheimer no tiene una manera segura de prevenir, pero se puede optar por hábitos saludables que incluyen alimentación adecuada, actividad física y estímulo mental, para reducir el riesgo de contraer esta afección.
Estos hábitos implica realizar ejercicios regularmente para mejorar la circulación sanguínea del cerebro, y desempeñar actividades de estímulo mental como leer, resolver crucigramas para mantener el cerebro activo.
En relación a la alimentación, la dieta debe incluir frutas, verduras y pescado para proteger el cerebro. Además, los alimentos saludables previenen el riesgo de afecciones cardiovasculares que pueden afectar el cerebro.