El gato es una de las mascotas más populares, junto con el perro, cuando se busca un compañero animal. Adoptar un gato o un perro es una decisión importante y debemos estar preparados. Es esencial conocer las necesidades de nuestra nueva mascota y estar atentos a las señales que nos envía para comunicar sus necesidades.
Aunque los gatos son más independientes que los perros, necesitan un cuidado adecuado por parte de su dueño. Si no les prestamos la atención necesaria, pueden tomar medidas que luego lamentaremos.
Seguramente has escuchado historias de gatos que se van de casa por mucho tiempo, o quizás te ha pasado a ti. Esto tiene una explicación, y a continuación te dejamos algunas señales que pueden indicar por qué se van.
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Falta de atención
Si no le prestas mucha atención a tu gato, no le das comida o agua, y tampoco le das mimos, tu gato puede buscar otro hogar. Puede encontrar a alguien que le dé lo que no recibe en su casa.
Estrés
Si tu mascota no cuenta con un espacio tranquilo y el ambiente es ruidoso o molesto, puede generar estrés en el gato, lo que provoca que decida irse en busca de un lugar más tranquilo.
Enfermedad
Cuando los gatos están enfermos o tienen una lesión, prefieren marcharse de su casa. Buscan un espacio tranquilo que les permita mejorar aislados de todo. Una vez sanos, suelen regresar a su hogar.
Curiosidad
Instintivamente, los gatos son animales muy curiosos. Siempre buscan descubrir todo lo que los rodea. Muchas veces, esa curiosidad provoca que se alejen de casa. Si se trata de un gato pequeño, puede perderse, por lo que es necesario salir a buscarlo, ya que puede no haberse alejado demasiado.
Instinto de reproducción
Si tu gato está en la temporada de apareamiento, es posible que se escape, especialmente si no está castrado. Lo más probable es que se vaya a las casas aledañas. Si no encuentra otro gato por la zona, es probable que se aleje más.