El estilo provenzal se originó en el sur de Francia. Es una opción para aquellos que aprecian la belleza de lo sencillo, natural y pretendan darle un toque romántico a su hogar.
En la decoración provenzal, se priorizan colores suaves y naturales que transmitan la tranquilidad. Por ende, las paredes del hogar pueden ser pintadas de tonos pasteles como el lavanda, azul cielo, blanco roto y el verde salvia.
Los materiales permitidos en este estilo son la madera, hierro forjado, piedra y textiles como el lino y algodón. Asimismo, los muebles de madera deben tener una apariencia envejecida.
Además, los textiles son esenciales en este tipo de decoración. Es importante que existan telas con estampados florales, y cuadros a rayas. Las cortinas suelen ser de lino y las mantas de lana.
La iluminación busca crear un ambiente cálido y acogedor. Por eso, se sugiere combinar la luz natural y la luz artificial, gracias a los grandes ventanales y puerta de vidrio, junto a la luz artificial de lámparas de techo de hierro forjado y velas, para añadir un toque romántico.
Para crear ambiente provenzal es necesario añadir plantas aromáticas, como el romero, tomillo, o lavanda. Además, se pueden incorporar objetos decorativos de antaño, como jarrones, cuadros y candelabros.