El arroz es un alimento nutritivo y esencial en la gastronomía, ya que, se adapta a una infinidad de preparaciones, desde platos sencillos hasta preparaciones sofisticadas, como risottos, sushis y más.
El arroz se presenta en dos variedades principales: integral y blanco, cada una con un perfil nutricional distinto. Sus diferentes procesos de elaboración hacen que el arroz integral sea una opción más saludable que el blanco.
Es decir, el arroz integral destaca por conservar todas las partes del grano, que son el salvado y germen. Estas partes aportan fibra, antioxidantes, minerales como el magnesio y fósforo, vitaminas B1, B3 y B6.
Asimismo, este alimento integral permite adelgazar, ya que genera una rápida saciedad, regula el tránsito intestinal y mantiene en equilibrio los niveles de azúcar en la sangre.
Por otro lado, el arroz blanco es un carbohidrato siempre, que aporta menos nutrientes, por motivo que en el proceso de refinación pierde el salvado y el germen. Este proceso de elaboración provoca que se pierdan una mayor cantidad de fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales.
Además, el arroz blanco eleva rápidamente los niveles de azúcar en la sangre y su escasez de fibra genera hambre con más frecuencia. En conclusión, el arroz integral es ideal para quienes practican una dieta equilibrada o tienen problemas digestivos.