Originarias de Sudáfrica y algunas zonas del Mediterráneo europeo, estas plantas bulbosas deslumbran con una amplia gama de colores durante su floración.
Las Gladiolas, también conocidas como Espadillas, son verdaderas joyas en el mundo de la jardinería. ¿Te imaginas un ramo o un arreglo floral con estas plantas hermosas? ¡Es un regalo que nunca pasa desapercibido!
Cuidados esenciales
Para mantener tus Gladiolas radiantes, ten en cuenta lo siguiente:
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1. Luz y temperatura: A estas divas les encanta el sol. Colócalas en un lugar bien iluminado, con temperaturas entre 10 °C y 25 °C. ¡Así florecerán como nunca!
2. Riego inteligente: Durante los primeros brotes, presta atención al riego. Mantén la base húmeda, pero sin encharcar. No queremos que tu balcón se convierta en una piscina.
3. Abono semanal: Si ya han soltado sus flores bulbosas, abónalas una vez a la semana (o cada 3-7 días). Así prolongarás su tiempo de floración y atraerás mariposas y colibríes.
Multiplicación y plantación
¿Quieres más Gladiolas? ¡Claro que sí! Plántalas a principios de primavera o verano, especialmente en climas cálidos. Asegúrate de que el suelo esté bien abonado y libre de hongos.
En macetas, excava unos 8 cm y mantén el abono generoso. ¡Y no olvides espaciarlas para evitar plagas! Cuida a tus plantas de gladiolas y disfruta de todo el esplendor de su belleza.