La huella de carbono es la medida de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se genera por el uso de energía o recursos naturales, como la quema de combustibles fósiles, como el gas natural, petróleo, y carbón.
Las actividades que generan huella de carbono pueden ser, el uso de transportes, como automóviles, aviones y otros vehículos que utilizan combustibles fósiles, la producción de bienes de consumo como ropa y electrónica, la deforestación de tierras de cultivo y más.
Por ende, es importante generar hábitos para reducir la huella de carbono. Se recomienda apagar las luces cuando salgas de la habitación o desconectar los electrodomésticos cuando no los uses y utilizar bombillas LED.
Además, se debe regular a una temperatura ambiente moderada la calefacción y el aire acondicionado. Si es posible, modificar el proveedor de energía de tu hogar por uno de fuentes renovables.
Es importante utilizar una botella de agua reutilizable e instalar dispositivos de ahorro de agua o recoger agua de lluvia para regar las plantas. Otro consejo es separar los residuos y evitar los productos de un solo uso.
En relación a la alimentación reduce el consumo de carne y elige proteínas vegetales, además, evita el desperdicio de alimentos al utilizar las sobras. Por otro lado, compra productos con etiquetas ecológicas y fabricados con materiales reciclados o biodegradables.