Las papas fritas son un tentempié muy apreciado por su sabor, pero su consumo excesivo puede acarrear consecuencias negativas para la salud debido a su método de preparación y composición.
Esta preparación gastronómica es producida con aceite, por ende, aporta una gran cantidad de calorías que provienen de las grasas. El consumo excesivo de este alimento genera un aumento de peso.
Además, al freír este alimento se puede generar grasas trans, que genera un mayor riesgo para contraer enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial o inflamación crónica en el cuerpo.
Eso no es todo, las grasas saturadas presentes en las papas fritas elevan los niveles de colesterol en la sangre. Este exceso de colesterol puede acumularse en las paredes de las arterias generando enfermedades coronarias, o arterial periférica.
El problema de las papas fritas es su tipo de preparación. Por lo mismo, se recomienda elegir métodos de cocción saludables que eviten las frituras. Se puede utilizar el horno para crear papas crujientes, o una freidora de aire que simula el efecto de freír y utiliza muy poco aceite.
Se estima, que por cada 100 gramos de papas fritas se obtienen entre 250 a 500 calorías. En cambio, si son horneadas tienen un contenido calórico de 100 calorías cada 100 gramos. Por este motivo se recomienda que quienes tengan enfermedades cardiacas o problemas digestivos se abstengan de su consumo.