La moda sostenible o moda ética, es una manera de producir o utilizar prendas de vestir o también accesorios de moda sin generar un impacto ambiental. Esto se debe a que la industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo.
Es decir, la industria de moda genera un impacto ambiental que consiste, en el consumo excesivo de agua, contaminación de agua por tintes y productos químicos, emisión de gases efecto invernadero, generación de residuos y microplásticos que contaminan los océanos.
Esta moda busca transformar el sistema de producción de la moda, ofreciendo alternativas que cuidan al medio ambiente. Por ende, busca elegir materiales sostenibles, que son naturales, orgánicos o reciclados, como lino, bambú, tencel o poliéster reciclado.
Además, se opta por una producción con menos consumo de agua y energía, con diseños duraderos, que sean atemporales y de alta calidad, es decir, que duren más tiempo y que puedan ser reparados si es necesario, para evitar producir una nueva prenda.
De esta manera, se intenta fomentar el consumo responsable. Esto implica que quienes adopten este estilo de vida, deben comprar menos prendas e invertir en ropa de buena calidad, escoger vestuarios con materiales sostenible y reducen el desecho de ropa.
La ropa debe tener cuidados que consiste en lavarla con agua fría, secarla al aire libre y reparar telas dañadas. Una de las tradiciones de esta moda es la compra de prendas de segunda mano o promover el intercambio de vestuarios con amigos.