La alimentación previa al entrenamiento es esencial para generar energía, y mayor rendimiento físico, pero también es fundamental una dieta post ejercicio físico para una recuperación óptima.
Esta dieta post ejercicio permite reparar y reconstruir los músculos, reponer las reservas de energía, acelerar la recuperación muscular, obtener fuerza para próximos entrenamientos y fortalecer el sistema inmunológico.
Por lo tanto, el cuerpo debe obtener una combinación de proteínas y carbohidratos para optimizar la recuperación muscular. Se sugiere consumir carnes magras, como el pollo y el pavo, o huevos, que son fuente de proteína de alta calidad.
Además, los carbohidratos esenciales son la avena, que es rica en fibra y proporciona energía sostenida, y pan integral, que integra el complejo de vitamina B, que optimiza el metabolismo energético, y es importante para el crecimiento muscular.
Otras proteínas recomendadas son la leche y el yogur, que permiten mejorar la digestión y aportan probióticos. Asimismo, las frutas y verduras son carbohidratos de rápida absorción, como las bananas, bayas, espinacas y batatas.
Los alimentos deben ser consumidos 30 minutos a dos horas después del deporte, ya que durante ese periodo el cuerpo es receptivo a los nutrientes. Además, es fundamental que los alimentos se acompañen de hidratación.