El invierno, con sus bajas temperaturas, viento seco y calefacción, puede deshidratar y sensibilizar tu piel. Por ello, es necesario adaptar tu rutina de cuidado de la piel y aprovechar el potencial de las recetas caseras para mantenerla sana, hidratada y protegida durante esta época.
Por ello, durante el invierno la piel suele sufrir sequedad y sensibilidad, perdiendo elasticidad y volviéndose propensa a agrietarse, enrojecerse, irritarse e incluso, padecer dermatitis.
Para prevenir o eliminar los efectos del invierno en la piel, es fundamental adoptar una rutina de cuidado protectora. Esta rutina debe incluir: baños cortos, jabones suaves, uso de ropa de algodón e hidratarse adecuadamente.
Asimismo, el invierno no debe ser una excusa para no utilizar protector solar. Los rayos pueden traspasar las nubes, incluso en días nublados y la nieve refleja hasta el 80% de los rayos.
En relación a mascarillas, la de aguacate es perfecta y efectiva para evitar la sequedad. Solo debes mezclar medio aguacate, una cucharada de miel y una de yogur natural; luego, mezcla y añade la textura en tu rostro.
Por último, la opción para exfoliar es utilizar avena. Solo debes mezclarla con un poco de leche para crear una pasta suave. Esta mezcla no solo exfolia la piel, sino que también la hidrata, limpia y calma, ya que la avena posee propiedades hidratantes y antiinflamatorias.