La tendencia de “glass skin” o “piel de cristal” es más que una moda pasajera, es un estilo de belleza de origen coreano, que invita a lograr una piel de porcelana, hidratada, radiante y sin imperfecciones.
Esta rutina de belleza busca lograr una apariencia de cara lavada, caracterizada por un brillo natural, una piel suave y luminosa, poros minimizados, un tono uniforme y la ausencia de manchas o rojeces.
Para lograr el glass skin, debes primero realizar una rutina diaria de doble limpieza, es decir, limpiar la piel con un producto oleoso para eliminar maquillaje y la impureza, luego un limpiador a base de agua para eliminar los residuos.
En la segunda instancia de la rutina se debe aplicar un exfoliador suave para eliminar las células inertes y mejorar la textura de la piel. Luego, se aplica un tónico para restaurar el pH de la piel, y una esencia de ingredientes activos que hidratan y nutren la piel.
Por último, se añade un serum, una crema hidratante para sellar y crear una barrera protectora, y por último, un protector solar. Otros consejos adicionales, son beber agua, dormir lo suficiente, y alimentarse con una dieta saludable.
Los beneficios de este truco de belleza son múltiples: un aspecto más juvenil, mayor confianza en tu piel, protección contra los daños ambientales y el envejecimiento prematuro, y, por último, un bienestar emocional.