El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas. Se caracteriza por la dificultad de conciliar el sueño, despertarse en la madrugada y no volver a dormir, o sueño de mala calidad.
Esta condición es provocada por varios factores, entre ellos el estrés por problemas laborales, financieros y familiares; la ansiedad y depresión; hábitos de sueño irregular, como dormir a diferentes horas cada noche; el entorno inadecuado; y ciertos medicamentos.
Existen diversos métodos para regularizar el sueño, entre ellos una dieta rica en triptófanos, que es un aminoácido que se convierte en serotonina y melatonina, dos hormonas que regulan el sueño.
Los alimentos que contienen triptófanos son la leche y productos lácteos, el pollo, el pescado, huevos, y plátanos. Además, os frutos secos como almendras y nueces contienen magnesio, que ayudan a relajar los músculos y mejorar la calidad de sueño.
Las infusiones también son una gran ayuda para evitar el insomnio. Se puede consumir antes de acostarse una bebida de manzanilla o lavanda, ya que tienen propiedades relajantes.
Por otro lado, hay hábitos que se deben evitar en la noche, qué consiste en: no consumir cafeína o bebida energéticas; evitar las comidas abundantes,ya que causan indigestión por los los niveles altos de azúcar; evitar la nicotina, porque actúa como estimulante; y no hacer siestas después de las 3 p.m.