Si bien el huevo es un producto necesario para variadas recetas gastronómicas, también es útil para el cuidado de la piel y el cabello. Su contenido nutritivo puede generar ilimitados beneficios para potenciar tu belleza.
Se le atribuyen cualidades para el rostro, ya que el huevo es rico en proteínas que permiten retener la humedad de la piel; además, tiene un efecto tensor que tonifica la piel; y, su lecitina, actúa como emulsionante natural, eliminado la suciedad y exceso de grasa de los poros.
En relación al cabello, sus proteínas son esenciales para la estructura del cabello, y prevenir la caída de este. Por otro lado, la biotina ayuda a potenciar el crecimiento del pelo, y su lecitina, suaviza y aporta brillo.
Son variadas las formas para utilizar el huevo en la piel y en el cabello. Para el rostro y su hidratación, se recomienda realizar una pasta de clara o de yema de huevo con miel o aceite de oliva; aplicar la crema en el rostro y dejar actuar durante 20 minutos y ¡listo!.
Otra opción para el cutis, y beneficiosa para aquellos que padecen acné, ya limpia el exceso de grasa, es mezclar una yema de huevo con arcilla verde, añadir en el rostro seco y dejar actuar por 10 minutos.
Por último, para el tratamiento de cuero cabelludo, solo debes batir en un bol la clara de huevo, añadir el líquido sobre el cabello y masajear. Aquella receta no solo fortalece las raíces, sino que también elimina la grasa capilar.