El yogur griego es un alimento que se ha vuelto cada vez más popular, debido a sus nutrientes que aportan numerosos beneficios para la salud. Además, es un placer para el paladar, con su sabor ácido y cremoso.
A diferencia del yogur clásico, el griego se filtra para eliminar el suero, que es la parte líquida de la leche y aporta más proteínas y menos azúcar que el normal. Es importante señalar, que ambos tipos de yogur son lácteos que aportan calcio y probióticos.
Es una excelente opción para quienes buscan un alimento saludable y delicioso, ya que su alto contenido de proteínas, lo transforma en un complemento perfecto para deportistas que quieran aumentar su masa muscular.
Asimismo, es un aliado para quienes pretendan adelgazar o padezcan una afección como el diabetes, ya que contiene un bajo contenido de azúcar, pocas calorías y es altamente saciante.
Debido a su aporte de yodo, es ideal para regular el funcionamiento de la tiroides o para mejorar el sistema inmunitario. El potasio de este yogur también aporta beneficios, al mejorar la presión arterial y contrarrestar el efecto del sodio; y mejorar la salud del corazón.
Se recomienda el consumo de 1 o 2 porciones diarias de yogur griego. Es un alimento para la mayoría de las personas, pero se sugiere que las personas con algunas afecciones se abstengan de su consumo, como aquellos: alérgicos a la leche, intolerantes a la lactosa, o problemas renales.