Adelgazar no es una tarea fácil, requiere cambios de hábitos de vida saludables y constancia. Para lograr resultados sostenibles, es necesario consumir alimentos adecuados, realizar una rutina de ejercicio regular y descansar lo suficiente.
Ten en cuenta que el frío de invierno suele ser un momento ideal para el antojo de alimentos que engordan. Por ende, debes evitar consumir alimentos ultraprocesados o ricos en grasas y azúcares: como pizzas, hamburguesas, nuggets, papas fritas, y postres.
Debes adquirir productos que aporten nutrientes y que sean bajos en calorías. Consume frutas, verduras y hortalizas en abundancia, por su alto contenido en fibra y minerales que te ayudarán a estar saciado.
Asimismo, las dietas ricas en proteínas pueden reducir los antojos a alimentos procesados, porque regularizan los niveles de azúcar en la sangre y mantienen o estimulan los músculos. Se encuentran en el pescado, cerdo, huevos y productos lácteos.
En invierno el cuerpo necesita más energía y por ello, se siente más apetito. Para controlar esa hambre excesiva es necesario mantenerse hidratado; dormir lo suficiente para controlar la hormona que regula el apetito; y, consumir productos ricos en fibras para regular el sistema digestivo, como legumbres y cereales integrales.
El metabolismo basal, es decir, la cantidad de energía que el cuerpo necesita para llevar a cabo funciones vitales aumenta en invierno. Por ende, es una época ideal para quemar calorías y adelgazar, realizando algún deporte, al menos 30 minutos de actividad, y descansado lo suficiente.