La miel es un producto que las abejas producen por el néctar de las flores. Este regalo de la naturaleza, además de endulzar nuestros alimentos, es depositario de múltiples beneficios para nuestro organismo.
Este ingrediente está compuesto del complejo de vitaminas B, como niacina, piridoxina (B6), riboflavina (B2), ácido pantoténico (B5) y vitamina C; además, tiene minerales como el potasio, magnesio, zinc, hierro, calcio, y sodio; tiene antioxidantes y enzimas.
Por lo tanto, con todos esos nutrientes la miel permite fortalecer tu salud. Te revelamos sus servicios:
Refuerza el sistema inmunológico: gracias a sus antioxidantes como el flavonoide, combate los radicales libres y empodera las defensas.
Cicatrizante: permite la regeneración celular y cura las heridas rápidamente.
Calma la tos y dolor de amígdalas: tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que despeja las vías respiratorias. Ideal para gripes.
Protege el corazón: permite reducir el colesterol malo.
Además, de permitir mejorar tu organismo, la miel es un aliado para la belleza, ya que tiene propiedades hidratantes que permiten humectar y suavizar tu piel; y cualidades antisépticas que son regeneradoras, ideales para aliviar el acné o la dermatitis.
Eso no es todo, este producto creado por abeja, contiene triptófano que es un aminoácido que regula el sueño. Por ello, es ideal para quienes padecen de noche y quieren obtener un mejor descanso.
Es importante señalar que aunque la miel sea natural, hay que moderar su consumo porque tiene exceso de azúcar que en exceso puede provocar aumento de peso o caries dental. Por ende, se recomiendan 50 gramos diarios que equivale a dos cucharadas.