La hiedra inglesa, también conocida como cinta o malamadre, es una de las plantas de interior más buscadas por su elegancia y versatilidad. ¿Quieres que tu hogar luzca hermoso y lleno de vida? ¡Entonces la hiedra inglesa es tu aliada perfecta!
A continuación, te dejamos algunos consejos básicos para que tu hiedra inglesa se lleve todas las miradas y brille con luz propia en los ambientes de tu hogar, conociendo los detalles de esta maravillosa planta.
Elección de sustrato y maceta
Para acelerar su crecimiento, selecciona una maceta grande y profunda con buen drenaje. La tierra debe contener materia orgánica para evitar que las raíces se descompongan. ¡Prepara el terreno para el esplendor venidero!
Raíces y riego
Durante las primeras semanas, riega con moderación para estimular el crecimiento inicial de las raíces. Una vez establecida, permite que la tierra se seque antes de volver a regar. ¡Las raíces te lo agradecerán!
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Fertilizantes, poda y plagas
Aunque la hiedra inglesa no suele necesitar fertilizantes, puedes utilizar uno natural para acelerar su desarrollo. Realiza podas ocasionales para estimular su crecimiento. Y cuidado con las plagas: mantén a raya a los pulgones, arañitas y cochinillas.
Ubicación perfecta: luz y temperatura
La hiedra inglesa es versátil en cuanto a luz. Puede prosperar en sombra completa, semisombra e incluso sol directo. Colócala en zonas con humedad y sombra moderada durante algunas horas del día. Mantén una temperatura de 15-25 grados centígrados para un crecimiento óptimo.
¡Con estos consejos, tu hiedra inglesa lucirá hermosa y purificará el aire de tu hogar!