Algunos lo creerán ciento por ciento, otros no tanto, lo cierto es que está comprobado que el mal de ojos existe. Este maleficio está vinculado a la mirada y a la transmisión de la envidia y de energías negativas fuertes a través de ella. Sus orígenes son ancestrales, sin embargo, ha logrado instalarse hasta nuestros días.
De acuerdo con varios estudios científicos, se ha demostrado que nuestro cuerpo es emisor y receptor de vibraciones. Es por eso que muchas veces solemos escuchar: “Esta persona me da malas vibras”. El mal de ojos tiene una fuerza invisible, pero con más poder de lo que pensamos.
Desde la antigüedad, este maleficio se atribuye a la mirada muy fuerte de algunas personas. Los orígenes de esta creencia se remontan a pueblos tan antiguos como Babilonia, Egipto, los sumerios y los hititas. Estas culturas creían que los malos sentimientos que están dentro del ser humano salen afuera por los ojos.
En 1425 Enrique de Villena, hijo de Alfonso de Aragón y prolífico investigador y tratadista en Medicina, Arte y Astrología, escribió el “Tratado de la fascinación o del aojamiento” donde además de describir el origen de dicho mal, hace un profundo estudio de la Prevención, Diagnóstico y Tratamiento para el Mal de ojo.
Popularmente se dice que cuando alguien queda afectada por este mal "está ojeada, o que le echaron mal de ojo, o el ojo encima".
Según estudios, los principales síntomas están caracterizados por fuertes dolores musculares, aunque no hayamos hecho ejercicio alguno, modificación intermitente de la temperatura y sudoración corporal, molestos dolores en la zona de los ojos y la cabeza, picazón en el cuerpo, especialmente en el entrecejo y en la coronilla.
Cómo curarlo
Según las creencias populares, hay varias formas de curar este maleficio. En algunos pueblos vierten un chorro de aceite sobre un plato con agua limpia, y si en la superficie de ésta aparece una especie de "ojo" en el centro, inmediatamente debe ser cortado con el filo de un cuchillo.
Luego se tira un puñado de sal gruesa en el agua, mientras se reza un Padre Nuestro pidiendo por la salud de la persona.
También desde tiempos remotos se utilizan amuletos utilizados como prevención. Uno de ellos es el 'Ojo de Horus' que brinda características mágicas, protectoras y sanadoras a quien lo usa.
Otra opción es colocar agua de lluvia dentro de un vaso nuevo, y colocarle dentro 3 trocitos de carbón. Luego lo ponemos detrás de la puerta de entrada de nuestra casa y lo dejamos ahí hasta que los trocitos de carbón se disuelvan.
Una vez que esto suceda debes tirar el contenido, y lavar bien el vaso para eliminar el mal de ojo que haya querido entrar a tu vida.