Si eres de esas personas que buscan embellecer sus espacios interiores con plantas, la Aphelandra squarrosa es la elección perfecta. Originaria de las regiones tropicales de América del Sur, especialmente Brasil, esta planta exótica se destaca por su belleza y su alto valor ornamental.
Además, esta especie conocida también como Afelandra o Planta cebra, es una joya para los amantes de las plantas exóticas y puede lucirse como centro de mesa o, mejor aún, como decoración de rincones con poca luz.
Entre las principales características de esta planta debemos hablar de sus hojas, las cuales son un espectáculo en sí mismas. De un verde oscuro brillante, presentan nervaduras blancas gruesas que les dan un aspecto de “cebra”. Cada hoja es una pieza única y elegante.
Por otro lado, la Aphelandra squarrosa presenta flores amarillas que se agrupan en espigas terminales rodeadas de brácteas cerosas. Su color brillante y su forma tubular atraen todas las miradas. Además, estas flores pueden durar varias semanas, lo que garantiza un espectáculo floral prolongado.
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Cuidados para una planta sana y bonita
La Afelandra es una joya tropical que iluminará tu hogar con su exuberante follaje y flores llamativas. Sigue estos consejos para mantenerla feliz y saludable.
Luz y temperatura
Coloca tu Afelandra cerca de una ventana orientada al este o al oeste. Ama la luz, pero evita el sol directo para no quemar sus hojas. Mantén una temperatura agradable entre 15 y 25 ºC, sin cambios bruscos ni corrientes de aire.
Humedad
Esta belleza requiere humedad. Rocía sus hojas con agua sin cal cada dos o tres días, especialmente en invierno cuando la calefacción reseca el ambiente. También puedes colocar un plato con agua y piedras debajo del macetero para aumentar la evaporación.
Riego
Mantén el sustrato húmedo pero no encharcado. Comprueba la humedad introduciendo un dedo o un palillo. En invierno, reduce el riego mientras la planta descansa.
Abono
En verano, aliméntala cada dos semanas con fertilizante mineral para plantas con flores. Sigue las indicaciones del fabricante. En invierno, suspende el abono.
Suelo y trasplante
Elige un suelo bien drenado, mezcla de arena gruesa, mantillo de hojas y turba. Trasplántala cada dos años a un macetero más grande si las raíces asoman por los agujeros de drenaje.
Poda
Después de la floración, poda las flores marchitas y los tallos débiles. Recorta las puntas para fomentar un crecimiento compacto y elegante.
Plagas y enfermedades
Vigila cochinillas y pulgones en ambientes secos. Combátelos con algodón empapado en alcohol o un insecticida específico. Evita hojas amarillas o caídas ajustando el riego y protege de sol directo o humedad excesiva.
En resumen, la Aphelandra squarrosa es más que una planta; es una experiencia visual que transformará tu hogar en un oasis tropical y su aplicas estos sencillos cuidados florecerá como una auténtica estrella en tu hogar.