¿Eres amante de las plantas que visten tus muros con belleza y fragancia? Entonces, la Clematis armandii es para ti. Esta trepadora, originaria de las tierras lejanas de China y Birmania, es un miembro orgulloso de la familia Ranunculácea. Su naturaleza leñosa y perenne le permite escalar hasta los 5 metros de altura, siempre que cuente con el soporte ideal para su ascenso.
Debemos decir también que esta planta deslumbra con sus hojas trifoliadas de un verde oscuro y lustroso, mientras que sus flores, blancas o rosadas, se abren como estrellas y desprenden un aroma intenso que evoca al jazmín. Al llegar la primavera, la Clematis armandii se viste de gala, adornándose con un manto de flores que casi oculta su follaje.
Afortunadamente, cultivo de la Clematis armandii es sencillo: requiere un rincón luminoso sin sol directo, un suelo drenado y fértil en materia orgánica. Puedes propagarla mediante acodo a finales de primavera o semillas al inicio de esta estación.
Por otro lado, la Clematis armandii prefiere evitar el frío intenso y el calor abrumador. Protégela de las heladas y los vientos fuertes. Riega con moderación para mantener la tierra húmeda, pero no encharcada, y fertiliza quincenalmente durante la floración con un abono especial para plantas florales.
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Tras el esplendor de su floración, una poda prudente incentivará su ramificación y te permitirá guiar su crecimiento. Recuerda, no es necesario podar en exceso.
3 ideas para integrar la Clematis armandii en tu jardín
En la galería
Imagina relajarte en tu galería, rodeado del dulce perfume a jazmín de la Clematis armandii.
En la pérgola
Transforma tu jardín en un rincón de ensueño, dejando que la Clematis armandii teja un tapiz floral en tu pérgola.
En un jardín vertical
Aprovecha cada espacio, incluso si es reducido, creando un jardín vertical con la Clematis armandii. Un par de postes y alambres serán suficientes para que, en poco tiempo, disfrutes de un oasis florido en altura.
En conclusión, la planta Clematis armandii no solo decora y aromatiza, sino que también se convierte en un imán para colibríes, abejas y mariposas, enriqueciendo la biodiversidad de tu espacio al aire libre.