Durante le siglo XX y lo que va del XXI la depresión comenzó a aparecer con mucha más fuerza dentro las diversas sociedades que conforman nuestro mundo. La aplicación de la ciencia y la medicina a la conducta del hombre trajo consigo este concepto que a estas alturas ya parece demasiado común.
En base a las estadísticas aportadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), son casi 300 millones de personas en el mundo las que sufren depresión, volviendo a esta enfermedad mental una especie de moneda corriente en la actualidad.
Sin embargo, al tratarse de una cuestión psicológica, la ciencia pierde algunos datos duros para basar sus conclusiones y ahondar en la cuestión. Es por ello que, en la búsqueda de entender mejor esta enfermedad, algunos expertos han optado por poner el foco en la percepción.
Intentando dar una respuesta basada en datos científicos, investigadores de la Universidad de Manchester reveló que la depresión suele mostrarse en base a los colores elegidos. En el caso de las personas deprimidas, demostraron que muchas de ellas eligen los tonos asociados al gris o al negro.
A partir de allí, se abrió un nuevo campo de investigación que llevo a plantear la siguiente pregunta: ¿De que manera ven y perciben el mundo las personas deprimidas? Para dar una respuesta certera, buscaron ahondar en el estudio de los ojos.
Escala de grises
Con el objetivo de medir la manera en que las personas deprimidas ven el mundo, los científicos pusieron en funcionamiento lo que se conoce como electrorretinograma. Con este estudio, lograron demostrar que aquellos que han sido diagnosticados con cuadros depresivos tienden a tener complicaciones con el contrataste de los colores.
De esta manera, la ciencia logró poner en datos la percepción humana. A mayor depresión, menor es la “cantidad de colores” que se percibe del mundo que los rodea, siendo este una especie de síntoma característico de la enfermedad.
En este sentido, los datos analizados concuerdan con la hipótesis de que las personas que sufren de depresión tienden a ver todo en una escala de grises, perdiendo la percepción de contrastes altos. Incluso se ha podido demostrar el fenómeno tanto en las ropas elegidas para vestir hasta en la utilización de filtros de Instagram donde predomina el blanco y negro.