El jengibre es una especia de origen asiático, con sabor picante y un poco dulce. Este alimento es económico, fácil de adquirir (disponible en supermercados y dietéticas) y útil para la salud.
Este tesoro de la naturaleza se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional china, debido a sus beneficios que alivian el dolor de garganta, resfriado, artritis y dolores de menstruación.
Entre sus propiedades: tiene un poder antiinflamatorio, ya que contiene gingeroles que calman los dolores articulares; es digestivo, lo cual permite aliviar las náuseas o indigestión; fortalecer el sistema inmunológico; y, es antioxidante.
Formas de consumo:
Infusiones: puedes hervir un trozo de jengibre durante 15 minutos y beber el líquido con un trozo de limón en la superficie. Otra forma, es comprar los sacos de té que se venden en el supermercado y están listos para consumir.
Condimentar: raya el trozo de jengibre y añádelo a tus alimentos y obtendrás tus comidas con un toque de sabor picante.
Cápsulas: se venden en las farmacias y sirven para evitar las náuseas o para fortalecer el sistema inmune.
Esta especia no sólo tiene beneficios a la salud, sino que también a la belleza. Su consumo permite la eliminación de radicales libres y así, previene el envejecimiento; además, si añades jengibre en polvo en tu shampoo podrás fortalecer y acelerar el crecimiento de tu cabello.
Es importante que tengas en cuenta, que el jengibre no puede ser consumido en exceso, porque puede producir acidez estomacal y diarrea. Asimismo, en caso de embarazo o de padecer alguna enfermedad se debe consultar sobre su uso a un especialista.