Roland Garros no es un torneo más para Rafael Nadal, el español que transita sus últimos pasos en el tenis profesional, se coronó en catorce oportunidades sobre el polvo de ladrillo parisino. Por eso, esta edición, que seguramente marcará el adiós de Rafa del prestigioso Grand Slam, tenía un condimento más que especial.
Poca fue la fortuna para el español, que no resultó beneficiado con el sorteo y debió enfrentar en su presentación al alemán Alexander Zverev, número cuatro del mundo. A pesar de haber luchado a destajo, Rafa no pudo doblegar a uno de los mejores tenistas de la actualidad y cayó en tres sets por 6-3, 7-6 y 6-3.
Ya en los primeros tramos del partido quedó en evidencia la falta de ritmo del español, que a pesar de haber realizado un gran esfuerzo, no pudo seguir el andar de un Zverev que transita uno de los mejores momentos de su carrera. Evidentemente, la falta de continuidad, producto de las sucesivas lesiones, caló profundo en el juego de Rafa.
El público parisino no dudó en apoyar abiertamente a Rafa Nadal, el máximo ganador de Roland Garros recibió el cariño cultivado durante años en una de las arcillas más icónicas del planeta. Más allá de la diferencia que se evidenció en el juego, el manacorí no bajó nunca los brazos y siguió entregando hasta la última gota de transpiración obligando al alemán a mantenerse siempre atento. Pasan los años, sin embargo, la resiliencia y la competitividad de Nadal siguen intactas.
Derrota histórica
Por primera vez en su carrera, Rafael Nadal quedó eliminado en la primera ronda de Roland Garros. La caída ante Alexander Zverev marca la peor performance de Rafa en las canchas parisinas. A pesar de haber luchado contra viento y marea para estar a la altura, el español de 38 años se quedó con las manos vacías en la que seguramente fue su última participación en Roland Garros.