Las begonias son una de las plantas ornamentales más buscadas por los jardineros. Estas tienen una variedad deslumbrante de especies y colores.
Algunas de estas plantas son famosas por sus flores vibrantes, mientras que otras destacan por su follaje exquisito. ¿Quieres un estallido de color o un desfile de hojas fascinantes? ¡Tú decides!
Preparando el escenario
Luz y Ubicación: Coloca tus plantas en un lugar con luz brillante pero indirecta. Evita la luz solar directa, especialmente en los meses más cálidos. Si tienes ventanas orientadas al este o al oeste, ¡allí estarán felices!
Temperatura Ideal: A las begonias les gusta el clima tropical, así que mantenlas en un rango de 15 a 25 grados Celsius. En invierno, dales un abrazo cálido en el interior de tu hogar, y en primavera y verano, déjalas disfrutar del aire fresco.
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Alimentando a tus bellezas
Fertilización: Durante la temporada de crecimiento activo (generalmente primavera y verano), dale a tus begonias un festín de nutrientes. Un fertilizante equilibrado cada dos semanas les dará el impulso que necesitan para florecer como campeonas.
Poda con Estilo: Corta las flores y hojas marchitas con precisión quirúrgica. Esto no solo mantendrá a tus begonias saludables, sino que también les dará un aspecto elegante.
El arte del riego
Agua, Agua, Agua: A las begonias les encanta beber. Riéga tus plantas abundantemente durante la primavera y el verano. Pero ten cuidado: no las dejes nadando en charcos. Drena el exceso de agua para evitar que las raíces se sientan como en un spa permanente.
Humidificador Amigo: Si quieres mimarlas aún más, coloca un humificador cerca. A tus begonias les encanta la humedad, como si estuvieran en un spa de lujo.
Así que, querido jardinero, sigue estos consejos y verás cómo tus plantas se convierten en las estrellas del espectáculo. ¡Brilla, begonia, brilla!