Los cercos vivos son más que una barrera: son un abrazo verde que une la agricultura, la ganadería y, lo más crucial, la conservación de nuestro precioso entorno natural. Con ellos puedes construir un santuario personal donde la privacidad se fusiona con la naturaleza.
Descubre las 4 plantas estelares para un cerco vivo de ensueño. Estas especies no solo son fáciles de cuidar, sino que también son campeonas en belleza ornamental y en ser escudos naturales contra el ruido.
Ligustrum
El aligustre o ligustrina, un favorito mundial por su crecimiento veloz y su resistencia a todo clima. Con flores blancas delicadas y frutos oscuros, alcanza los 2 metros rápidamente, ¡un campeón de la privacidad!
Caña de bambú
Verde todo el año, fuerte y majestuoso, este gigante gentil se mantiene erguido sin pedir mucho a cambio. Solo recuerda podarlo para mantenerlo en línea.
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Jazminum Mesnyi
El jazmín amarillo, medio año de flores que visten tu jardín de gala. Pocos riegos, podas para forma, y una estética que roba suspiros.
Pyrostegia Venusta
La Liana de fuego, una cascada de flores naranjas que parece un fuego eterno. Originaria de Sudamérica, florece en invierno, ¡un espectáculo que desafía el frío!
En conclusión, los cercos vivos no solo adornarán tu espacio con su belleza ornamental, sino que también te regalarán un pedacito de naturaleza, cada hoja y flor contando su propia historia fragante.