En un despliegue de afecto familiar y alegría, la diputada santafesina Amalia Granata compartió con el mundo, a través del espejo de sus redes sociales, la íntima celebración de los dieciséis años de su primogénita, Uma Fabbiani. La joven, fruto del amor entre Granata y Cristian “el Ogro” Fabbiani, recibió la bendición de un nuevo año de vida, rodeada del calor de sus seres queridos.
La velada fue un compendio de momentos preciosos, capturados en imágenes que ahora residen en el corazón de la red, para el deleite y recuerdo perpetuo. Amalia Granata, con la pluma de su corazón, dedicó unas palabras a su hija: “¡Feliz cumpleaños, Uma! Te amo infinitamente, mi princesa radiante, repleta de luz y bondad. Que la felicidad sea tu eterna compañera.”
La celebración, que tuvo lugar en la serenidad de un miércoles nocturno, en un restaurante que acogió a la familia, mostró a Uma acompañada por su devota madre, su hermano, Leo Squarzon —el actual compañero de vida de Amalia—, y la matriarca Rita, todos compartiendo sonrisas y ataviados con atuendos que reflejaban la comodidad y el espíritu de la ocasión.
Sin embargo, una sombra se cernía sobre la festividad: la ausencia de “El Ogro” Fabbiani. El director técnico de Deportivo Riestra no estuvo presente, una constante en las nuevas etapas de Uma. Amalia, en un acto de transparencia, ha compartido previamente que los lazos entre padre e hija atraviesan un mar turbulento.
Amalia Granata sobre la ausencia del "Ogro" Fabbiani
“Uma posee su propio universo comunicativo, su teléfono es el puente hacia aquellos a quienes decide abrir su mundo. Me encuentro en una encrucijada ajena a mi voluntad, y lejos estoy de querer erigirme en la heroína de esta narrativa. Se han vertido incontables palabras bajo nuestro techo, buscando que Uma pueda tejer nuevamente los hilos de su relación paternal, pero ella es dueña de sus emociones,” confesó Amalia.
En un acto final de cierre, ante los murmullos y especulaciones, Amalia Granata optó por la prudencia, declarando: “Si hablo, cada sílaba se convierte en munición en mi contra, y te aseguro que mi papel en esta historia es nulo. No albergo resentimiento alguno. Uma ya es una adolescente que navega con su propia brújula, y yo no soy más que un espectador en su viaje.”