El baño, ese rincón de la casa donde la higiene y la relajación se encuentran, merece un aroma que nos transporte a un spa de lujo. Sin embargo, a menudo nos encontramos con que después de la limpieza, los olores agradables desaparecen en cuestión de horas.
¡Pero no te preocupes! Aquí te presento tres trucos de limpieza infalibles para que el aroma fresco y relajante de tu baño perdure mucho más tiempo.
Aroma de bebé en el papel higiénico
¿Sabías que el papel higiénico puede ser un aliado secreto en la búsqueda del aroma perfecto? Humedece ligeramente el cilindro de cartón que soporta el rollo con unas gotitas de aceite de bebé, aceite de lavanda o algún otra esencia de tu gusto. Colócalo en su lugar habitual y deja que desprenda su fragancia y verás cómo rápidamente transforma la experiencia de ir al baño.
Combate el mal olor en el tacho de basura
El tacho de basura es a menudo un foco de olores desagradables. Pero no te preocupes, tenemos la solución. Humedece un poco de algodón con el mismo aceite de bebé y colócalo en la base del tacho. Luego, coloca la bolsa de basura encima. ¡Adiós, malos olores!
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Aromatiza el lavamanos con una toallita absorbente
Para asegurarte de que todos los rincones de tu baño estén limpios e impregnados de un aroma fresco, coloca unas gotitas de aceite de bebé en una toallita absorbente. Retira el costado adherente y pégala discretamente debajo del lavamanos. El resultado: un lavamanos que huele a limpio y relajante.
Así que, después de la próxima limpieza, pon en práctica estos trucos y disfruta de un baño que siempre huela delicioso. ¡Tu oasis de bienestar te lo agradecerá!