Natalia Oreiro, la reconocida actriz y cantante, recientemente cumplió uno de sus mayores sueños: explorar la rica cultura y los paisajes de Japón. Acompañada por su hijo Ata, Natalia no solo compartió imágenes de su viaje, sino que también nos dejó entrar en su mundo a través de anécdotas personales y reflexiones profundas.
En su viaje, la actriz se sumergió completamente en la tradición japonesa. Se la vio luciendo un kimono tradicional con un bordado detallado en la espalda, una prenda que eligió para pasear por los serenos parques de Japón. En uno de estos parques, se detuvieron junto a un estanque habitado por peces koi, símbolo de amor y amistad en la cultura japonesa. Tanto Natalia Oreiro como Merlín Atahualpa no dudaron en guardar recuerdos de este bello momento.
Espíritu Samurai
Natalia Oreiro también abrazó el espíritu guerrero de Japón. En una estrecha callejuela, rodeada de edificaciones que reflejan la arquitectura tradicional, se atavió con una chaqueta rosa con bordados y empuñó una katana, posando como una auténtica samurai. Su peinado, elegante y alusivo, complementaba a la perfección su atuendo.
Reflexiones de Viaje
En su cuenta de Instagram, Natalia compartió pensamientos que iban más allá de las simples imágenes. “¿Qué es lo que más recordás de los viajes?”, se preguntaba, para luego revelar que, más allá de los paisajes y la arquitectura, lo que realmente se lleva en el corazón es la calidez de la gente que conoce.
Encuentro con la Naturaleza
Como amante de la naturaleza, Natalia tenía grandes expectativas sobre los jardines japoneses, especialmente sobre la oportunidad de ver los sakuras en flor. Estos árboles de cerezo florecen en una efímera explosión de belleza, un fenómeno que dura menos de una semana al año. Natalia tuvo la fortuna de llegar en el momento justo, capturando momentos mágicos rodeada de sakuras en plena floración.
El Monte Fuji: Un Icono Inmortal
Uno de los paseos obligados por la isla, Natalia Oreiro y Atahualpa visitaron las inmediaciones del Monte Fuji, un símbolo icónico de Japón. Este monte sagrado no solo es un espectáculo natural impresionante, sino que también representa la fuerza y la resiliencia del espíritu japonés.