Un factor clave para poder disfrutar de una vida saludable es llevar adelante una buena alimentación, sin embargo, con el correr de la semana y las obligaciones, muchas veces se transforma en una misión difícil de cumplir. Por eso, lo ideal es consumir alimentos que además de sabrosos sean ricos en nutrientes.
Y si de nutrientes se trata, entonces debemos hablar del brócoli, una de las verduras que brinda una gran cantidad de vitaminas y minerales que ayudan a mejorar las diversas funciones del cuerpo humano. La verdura con forma de “arbolitos” está dotada de un valor nutricional elevado, lo que la convierte en una de las verduras más saludables y recomendadas a la hora de llevar adelante una dieta equilibrada.
Entre los beneficios efectivos y comprobados, el brócoli nos brinda una buena cantidad de fibras y minerales como magnesio, cromo, potasio y cobre, así también como vitaminas K, C, B1, B6, A y E. Otra de las buenas noticias, es que este vegetal lo podemos encontrar disponible durante todo el año, gracias a que su producción se realiza de manera rotativa.
Hasta aquí todo parece ser ideal, sin embargo, esta hortaliza de la familia de las crucíferas suele ser dejada de lado por varias personas por el olor que desprende al cocinarla.
¿Cómo evitar que el brócoli produzca demasiado olor?
El fuerte aroma que emana el brócoli se debe principalmente a los compuestos sulfatados que contiene, sin embargo hay una forma muy sencilla para cocinarlo, dejarlo en el punto exacto y que su cocción no genere demasiado olor.
Simplemente colocamos una olla con agua al fuego, esperamos a que rompa el hervor y agregamos una rodaja de limón que ayudará a evitar el mal olor, luego le agregamos un puñado de sal gruesa, tapamos la olla y dejamos que el hervor llegue a su máxima expresión. Entonces si, tomamos los “arbolitos” que lavamos previamente y los colocamos en la olla, allí estarán durante cinco minutos, no más tiempo para evitar que absorban demasiada agua y pierdan sus múltiples propiedades.
Una vez completados los cinco minutos retiramos el brócoli que seguramente luce un color verde brillante y lo colocamos en un recipiente para luego pasarlos por un colador. El agua sobrante puede utilizarse como caldo para una futura sopa. De esta forma, el aroma a brócoli no invade toda la casa y podemos disfrutar de este alimento tan nutritivo en sus diversas formas de preparación.