El pollo frito es un clásico que nunca pasa de moda, y su sabor puede llevarte a un viaje directo a la infancia. Pero, ¿es posible recrear ese sabor característico que podemos probar por ejemplo en KFC preparándola desde casa y sin afectar tu bolsillo? La respuesta es sí. Hoy te revelaremos el secreto para lograr un pollo frito crujiente, jugoso y lleno de sabor, al mejor estilo de KFC, pero mucho más económico.
Ingredientes:
- 1 kg de pollo, cortado en piezas
- 2 tazas de harina de trigo
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
- 1 cucharadita de tomillo seco
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de comino molido
- 2 huevos
- 1 taza de leche
- Aceite para freír
¿Cómo prepararlo en 5 sencillos pasos?
- En un bol grande, mezcla la harina con el pimentón, ajo en polvo, cebolla en polvo, sal, pimienta, tomillo, orégano y comino hasta que estén bien combinados.
- En otro bol, bate los huevos y mezcla con la leche.
- Sumerge cada pieza de pollo primero en la mezcla de huevo y luego en la mezcla de harina, asegurándote de que estén bien cubiertas.
- Calienta el aceite en una sartén profunda o freidora a 175°C (350°F). Fríe el pollo en tandas para no sobrecargar la sartén, hasta que estén doradas y cocidas por dentro, aproximadamente de 12 a 15 minutos por lado.
- Coloca el pollo frito sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
El Secreto para que salga Perfecto
El verdadero secreto para un pollo frito perfecto está en los condimentos y el doble empanizado. Esto no solo añade sabor, sino que también asegura esa textura crujiente que todos amamos. Además, freír a la temperatura correcta es crucial para evitar que el pollo absorba demasiado aceite y se mantenga jugoso por dentro.
Con estos simples pasos y un poco de amor, podrás disfrutar de un delicioso pollo frito que rivaliza con el de las grandes cadenas, pero con la satisfacción de haberlo hecho tú mismo y ahorrando dinero en el proceso. ¡Buen provecho!