Si nos remontamos a miles de años atrás en la historia, en las zonas de la Medio Oriente vamos a encontrar a los Anunnakis, antiguos dioses sumerios y los más poderosos del panteón.
Según las creencias de la época, los Anunnakis eran los descendientes directos de An, el dios de los cielos y Ki el dios de la tierra, los cuales tenían el objetivo de decretar los destinos de la humanidad.
Cabe destacar que esta historia ocurre muchos años antes de la aparición de la civilización griega, la cual abrió la puerta para comprender el mundo actual. Sin embargo, estos pueblos antiguos ya proliferaban alrededor dl mundo y al día de hoy aún se continua en pleno conocimiento de sus costumbres.
Pero en ese sentido, con los Anunnakis sucede algo particular. Si bien existe un relato de sus origines basado en escritos de la época, lo cierto es que el mundo de la ciencia pone de manifiesto su resguardo a aseverar dicha teoría.
Otro mundo
Entrando en el siglo XIX, un grupo de arqueólogos descubrió unas tablillas que se correspondían con el período donde los Anunnakis habitaron Babilonia.
Si bien se encontraron cientos de estas tablillas, lo cierto es que estaban escritas en lenguaje sumerio, el cual no logró sostenerse hasta nuestros días. Pero es aquí donde aparece la figura de Zecharia Sitchin (1920-2010), un autor azerbaiyano que promulgó traducciones de 14 tablillas.
A partir de eso, creo un concepto sobre la vida de los Anunnakis que no fue bien recibido por el ambiente académico. Según Sitchin, esta civilización no es propia de la Tierra sino de Nibiru, un planeta lejano del cual arribaron.
El objetivo de los Anunnakis era restaurar la atmósfera de su planeta, pero para ello necesitaban grandes cantidades de oro. Eso los motivó a llegar a la Tierra y esclavizar a los humanos para extraer este mineral precioso y completar su misión.
Si bien Sitchin buscó apoyarse en los textos encontrados en la tierra de los Anunnakis, lo cierto es que el mundo científico no toma esta teoría como valedera, manifestando una pobre traducción de las tablillas. Por lo tanto, la historia de esta civilización aún continúa siendo una incógnita.