Seguro más de una vez te has preguntado por qué los insectos nocturnos revolotean alrededor de cualquier farol o foco que encuentren encendido, sobre todo en verano. Esta situación, tiene una explicación basada en la ciencia que hoy develaremos.
Para llevar a cabo el estudio, los científicos realizaron un experimento con cámaras que permitió captar el vuelo de polillas, libélulas y moscas de la fruta, bajo diferentes condiciones de luz. Según la ciencia, a los insectos les atrae tanto las luces brillantes porque se confunden sus sistemas de orientación.
Para que el resultado sea completo incluyeron luz natural, artificial, ultravioleta en fuentes directas y difusas en exterior y en situación de laboratorio.
Concluyeron que cuando los insectos se enfrentan a la luz artificial, desvían su trayectoria hasta que la luz queda a sus espaldas, fenómeno que se denomina respuesta de luz dorsal. Sin embargo, cuando quedaron expuestos a los rayos del sol, mantuvieron un vuelo constante y bien dirigido.
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Esto significa que los insectos no se dirigen a la luz artificial por satisfacción, sino porque ese tipo de iluminación corrompe su mecanismo de comportamiento.
Efectos de la contaminación lumínica
Cuando los insectos quedan atrapados por la luz, pierden la orientación y vuelan en círculos de forma indefinida hasta morir de agotamiento. Esas muertes generadas por la intervención del hombre tienen consecuencias en el planeta.
Según la ciencia, los insectos tienen un trabajo vital en el hábitat como polinizadores y también como descomponedores de materia orgánica y dispersores de semillas. Sin embargo, abandonan sus funciones por el tiempo que dedican a dar vueltas alrededor de las lámparas, lo cual tiene impacto en el medioambiente.