En medio de una entrevista televisiva con Chiche Gelblung, el actor Gerardo Romano, sorprendió a todos al revelar que padece Parkinson hace siete años. Se trata de una enfermedad progresiva que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios.
Los síntomas del Parkison aparecen lentamente. Los más comunes son los temblores, las contracciones musculares dolorosas, la dificultad para hablar, la rigidez y en algunos casos, la demencia. Por eso, Gerardo Romano contó que para hacer su obra “Un judío común y corriente” hace un “esfuerzo sobrehumano”.
Sin embargo, el artista confesó que estar en actividad, lo ha mantenido más estable. “No se nota porque laburo mucho. Todos los seres humanos deberían ejercer una actividad intelectual donde el esfuerzo neuronal sea memorizar algo”.
La enfermedad de Parkinson ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina.
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Hasta el momento, no tiene cura, pero los medicamentos podrían mejorar notablemente la calidad de vida de quienes lo padecen. En ocasiones, se puede recurrir a una cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas.
Y si bien se desconoce la causa que provoca esta afección, hay varios factores que parecen influir. Entre ellos, se destacan los genes (herencia), la exposición a ciertas toxinas o factores ambientales y la presencia de cuerpos de Lewy (masas de sustancias específicas dentro de las neuronas cerebrales).
Además, los investigadores han descubierto que todas las personas que padecen este trastorno tienen restos de una sustancia llamada proteína alfa-sinucleína dentro del líquido cefalorraquídeo.
Complicaciones de la enfermedad
Este trastorno suele estar acompañado de problemas adicionales, como dificultades de deglución, para masticar y comer. Problemas para dormir y trastornos del sueño. Estreñimiento, dificultades en la vejiga y perdida de olfato.
El Parkinson también causa cansancio, dolores musculares fuertes, depresión, cambios emocionales y problemas para pensar y en la memoria. Por eso, Gerardo Romano resaltó que gracias a seguir activo y ejercitando sus neuronas, ha podido mantenerse más estable, a siete años de ser diagnosticado con la enfermedad.