En la búsqueda constante de opciones alimenticias que impulsen la salud cardiovascular, las semillas se convierten en grandes protagonistas en las dietas. Sin embargo, no siempre comprendemos las propiedades que tienen estos grandiosos alimentos que incorporamos a nuestra alimentación, ni conocemos las cantidades necesarias para aprovechar los beneficios que aportan a nuestro organismo.
En un artículo divulgado por la prestigiosa Universidad de Harvard, se destaca un hallazgo nutricional prometedor: la semilla de chía. Estas son un gran tesoro nutricional porque contienen fibra soluble y omega-3, consagrándose como un superalimento capaz de impactar positivamente en los niveles de colesterol y triglicéridos. Este descubrimiento resalta la importancia de integrar conscientemente la chía en nuestra dieta, no solo como un elemento culinario, sino como un aliado esencial en la promoción de la salud cardiovascular.
Semillas de chía
Según el artículo de Harvard, dos cucharadas de semillas de chía contienen 140 calorías, 4 gramos de proteína, 11 gramos de fibra y 7 gramos de grasa insaturada. Además, 18% de la dosis diaria recomendada de calcio y oligoelementos como zinc y cobre.
Como te indicamos antes, esta grandiosa semilla es fuente de grasas poliinsaturadas, como los ácidos grasos omega-3. Y contienen 9 aminoácidos esenciales que el organismo no produce.
Se recomienda consumir diariamente semillas de chía porque regula los niveles de azúcar en sangre y facilita el tránsito intestinal.
Una vez que es consumida, la semilla trae varios beneficios al organismo. Uno de ellos es la oxidación. Gracias a ella el organismo elimina toxinas y líquidos. Además, ayuda a regular la flora intestinal y a frenar el proceso de oxidación celular.
Son grandes aliadas para las articulaciones. Poseen propiedades antiinflamatorias, por lo que su consumo puede aliviar el dolor de articulaciones, aunque no frenan su desgaste.
Las semillas de chía son fuente de fibra y energía. Son ricas en proteínas, lo cual ayuda a ganar masa muscular y a regenerar el tejido después de un entrenamiento.
Otro aspecto a destacar es que su alto contenido en fibra regula el sistema digestivo y controla la sensación de saciedad. Esto convierte a la chía en una opción indicada para bajar de peso.
Cómo consumirlas
Se recomienda consumir las semillas de chía enteras para digerirlas más fácil. Pero también esta la opción de molerlas y sumarla a una preparación. Ademas, son un gran sustituto del huevo, ya que al hidratarlas en toman una textura viscosa que funciona como ligue.
Lo ideal es hidratar las semillas en agua o leche para elevar su poder saciante. Los expertos recomiendan consumirlas en el desayuno para aprovechar la energía que aporta y que ayuda a estar activo durante gran parte del día.
Más allá de su uso en los desayunos y meriendas, esta semilla se pueden incorporar en los almuerzos y cenas. Por ejemplo, en panificados, pizzas o masas para tartas, y son excelentes como agregado para las ensaladas y sopas.