La planta kalanchoe luciae no suele superar los 60 centímetros de altura, pero sus hojas planas y redondeadas, que pueden medir hasta 15 centímetros de largo, la hacen destacar en cualquier lugar donde se la ubique.
Con un verde pálido con bordes rojos, en las épocas frías puede volverse completamente roja, esta planta añade un toque de color espectacular sin perder su vigor, porque esta suculenta se destaca también por su notable resistencia.
Si deseas decorar tu casa con esta belleza, es importante que sepas que, como la mayoría de las suculentas, la kalanchoe luciae necesita bastantes horas de sol diario. Colócala en el exterior donde reciba luz natural, pero evita los rayos directos del sol.
En cuanto al riego, ¡olvídate de preocupaciones! Originaria del sur de África, no necesita riego constante. Es ideal para ambientes secos, manteniendo su color vibrante sin enfermarse. La frecuencia ideal es semanal, esperando siempre a que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar. En invierno, reduce aún más el riego.
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Otras características interesantes
A diferencia de otras plantas, la kalanchoe luciae no requiere abono para florecer. Si deseas darle un aporte de nutrientes, hazlo en primavera y verano con fertilizantes, aunque no es indispensable. Esta suculenta crece saludable sin necesidad de abonos adicionales.
Esta planta es súper resistente y fácil de cuidar. Solo tiene un requisito esencial para su suelo: buen drenaje. Si la plantas en una maceta, asegúrate de usar una mezcla de tierra para cactus y arena de río. Con este simple cuidado, tendrás una kalanchoe luciae radiante y fuerte.