A mediados del siglo XX, la carrera espacial entre las principales potencias del mundo tuvo como principal objetivo la exploración de la Luna, consiguiendo llegar hacia el satélite por varios años.
A raíz de la interacción del hombre con la Luna (al momento se calculan que se han realizado más de 100 viajes), un grupo de científicos se propuso investigar la geología lunar y declarar lo que se conoce como una nueva época.
Este equipo de la Universidad de Kansas publicó un artículo en la revista Nature Geoscience donde determinan que, a causa de la llegada del hombre, el satélite entró en lo que se conoce como el "Antropoceno lunar".
Al igual que sucedió en nuestro planeta, la irrupción del hombre cambió radicalmente a la Tierra y ahora, la Luna estaría siguiendo los mismos pasos.
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Para explicar este punto, los científicos parten de la teoría de que, desde la llegada de nuestra raza, el satélite ha evolucionado de manera diferente, dando paso a una nueva época geológica.
“Sostenemos que el Antropoceno lunar ya ha comenzado, pero queremos evitar un daño masivo o un retraso de su reconocimiento hasta que podamos medir un halo lunar significativo causado por las actividades humanas, lo que sería demasiado tarde”.
En principio, este cambio es producido a causa de objetos tirados y abandonados en la Luna (como por ejemplo pelotas de golf, naves y desechos humanos), los cuales han desplazado sedimentos, alterando la superficie.
Segunda vuelta
En este sentido, cabe destacar que la preocupación científica radica en que, ante una nueva carrera espacial en el planeta Tierra, se estima que la interacción humana en la Luna podría ir en aumento, generando modificaciones claves en su historia natural.
"En el contexto de la nueva carrera espacial, el paisaje lunar será totalmente distinto dentro de 50 años", afirma Holcomb, autor principal del estudio, quien pone el foco en la vulnerabilidad de los emplazamientos que se pretenden llevar adelante en la Luna, manifestando también el vacío legal que existe en la conquista del satélite.