Un nuevo aumento en el servicio del gas y electricidad está a la vuelta de la esquina y como además está previsto que el Gobierno aplique la quita de subsidios que rige sobre estos impuestos, su costo se encarecerá considerablemente.
Así las cosas, será de gran importancia reducir el consumo lo más que se pueda o aplicar algunas acciones durante el día a día para evitar el fuerte impacto del costo de estos servicios en los próximos meses. Te dejamos a continuación algunas valiosas sugerencias que ayudarán a bajar de inmediato el consumo de electricidad y gas en tu hogar.
Siempre bombillas LED
De acuerdo a la información publicada por las empresas reguladoras de estos servicios, es muy importante incorporar luces con tecnología LED, ya que estas pueden gastar la mitad que las llamadas “bajo consumo” y hasta 10 veces más que las halógenas o incandescentes. Asimismo, su vital útil puede ser hasta 7 veces mayor que el resto de las lámparas. Nunca olvides mantenerlas limpias y en buen estado porque si acumulan suciedad su potencia se verá reducida en hasta un 50%.
Productos en suspensión
En casa tenemos artefactos electrónicos que, aunque no nos damos cuenta, pueden ser la causa del 8% de la sumatoria total de la energía en el hogar. Sucede que aunque estén en modo de suspensión los electrodomésticos como televisores, computadoras, impresoras, cargadores de celulares, estos siguen ocupando electricidad. Por ese motivo, los especialistas en el tema recomiendan directamente dejarlos desenchufados si no se usan.
Adiós al modo piloto
Por otro lado, debemos hablar también de los “consumos pasivos” del gas, ya que dejar las estufas, termotanques o los calefones en piloto representa casi un 5% del gas natural consumido en toda la Argentina. Claramente, se trata de un gasto evitable que se puede solucionar simplemente apagando por completo este tipo de productos y encendiéndolos cuando vayan a ser usados.
Máxima eficiencia en la cocina
Otro modo de reducir el consumo del gas y la luz en el hogar es eligiendo recipientes adecuados, descongelando previamente los alimentos y hasta cocinando en olla que permitan usar la tapa. Esto permite ahorrar hasta un 25% menos de gas o de electricidad. Al mismo tiempo, puedes apagar el horno antes de los debido para aprovechar el calor residual que terminará de cocer las preparaciones. Esto mismo puedes aplicar con la plancha de la ropa.
Un buen aislamiento
Por otro lado, las empresas distribuidoras de gas y luz sugieren bloquear todas las rendijas que puede haber en puertas y ventanas, ya que durante el verano o el invierno sirven para conservar mejor la climatización de los ambientes. Lo mismo sucede con el burlete de la heladera, ya que si está dañado puede ocasionar una fuga del aire frío y causar un sobreconsumo del artefacto. Incluso, sostienen que estos pequeños espacios pueden ser el acceso de entre un 30% y un 40% del calor del exterior.
En la temperatura justa
Siguiendo con las acciones para reducir el consumo, debemos decir que lo mejor siempre será mantener los aires acondicionados o estufas entre 24° a 26° en verano y entre 18° a 20° en invierno. En cuanto a la heladera, no debemos olvidarnos que cuanto más bajo colocamos su regulador, más alto será el consumo de energía y por eso debemos evitar que se acumule el hielo en las paredes ya que así estaría gastando un 30% más de lo necesario.
Filtros limpios, mejor rendimiento
Ya dijimos cuál es la temperatura ideal del aire acondicionado para el verano y el invierno, pero para que esta acción tenga sentido es imprescindible mantener los filtros de los artefactos siempre limpios. Además de ser contraproducente con la temperatura que se pretende disfrutar, esto implica un mayor gasto energético y por ende una tarifa mayor en las facturas de estos servicios.
Lavado con agua fría
A la hora de la ropa, hay quienes prefieren utilizar agua caliente para dejar en mejor estado las prendas. Sin embargo, esto implica un ascenso de hasta un 80% más de la energía del hogar. Entonces, si quieres optimizar el uso del servicio recomiendan usar siempre agua fría y programas cortos de lavado para reducir lo más que se pueda el consumo energético.
En definitiva, si aplicas estas simples acciones en tu día a día, verás que al poco tiempo se convierte en un hábito sumamente beneficioso para disminuir el consumo de electricidad y gas en el hogar, siendo a su vez actos valiosos que contribuyen al cuidado del medio ambiente.