Día tras día, Novak Djokovic trabaja para seguir agrandando su ya inmensa leyenda. El número uno del mundo continúa con su implacable andar en el primer Grand Slam del año donde busca el título número once en tierras australianas. El tenista de 36 años alcanzó en su victoria ante Adrian Mannarino un nuevo récord en su carrera.
Los números no mienten y muestran que el implacable andar el serbio en Australia es digno del mejor tenista de la historia. El pasado domingo, el máximo ganador de torneos de Grand Slam no tuvo problemas para avanzar a los cuartos de final tras batir al francés Mannarino en tres sets corridos por 6-0, 6-0 y 6-3. Una hora y 44 minutos fueron suficientes para que Novak Djokovic deje al francés en el camino en la Rod Laver Arena y ponga el foco en su próximo rival, el norteamericano Taylor Fritz.
El acceso a los cuartos de final, le permitió a Nole igualar un récord que se encontraba en manos de Roger Federer con 58 presencias entre los ocho mejores en un Grand Slam. Detrás del suizo y de Djokovic quedaron Rafael Nadal con 47 presencias y Jimmy Connors con 41 participaciones.
Ganar, ganar y ganar
Luego de poner su nombre entre los ocho mejores del Australian Open, Nole habló con la prensa y dejó en claro cuál es el motor que lo motiva: “Al final, no juego porque necesite dinero, puntos o cosas así. Quiero jugar. Disfruto de la competición. La motivación está ahí. Eso es lo más importante que un deportista debe tener y cultivar. No creo que pueda salir a la cancha sin tensión y divertirme. No soy así. Soy un competidor feroz, como muchos otros chicos. Ese es mi estilo”.
Luego, para cerrar añadió: “Siempre busco mi mejor rendimiento. Me esfuerzo cada día en que ocurra y cuando no pasa, me frustro. La llama sigue ardiendo. Creo que es lo que me ha permitido estar donde estoy, lograr las cosas que he logrado”.