La llegada del verano nos incentiva sin lugar a dudas al disfrute de la vida en la naturaleza, ayudando así a mejorar nuestro estilo de vid, sobre todo para aquellos que llevan adelante una rutina más sedentaria.
En esa línea, hoy te vamos a contar cuales son los 7 beneficios para el cuerpo y la mente, los cuales se activan al momento que entramos en contacto con la naturaleza de manera directa.
Reducción del estrés y la ansiedad
En medio del vertiginoso mundo que corre en el siglo XXI, las responsabilidades y la rutina diaria han dejado como resultado altos niveles de estrés y ansiedad en la mayoría de la población. Estos elevados márgenes tienden a reducirse una vez que entramos en contacto con el mundo natural que nos rodea, alejándonos así de los aparatos tecnológicos que utilizamos a diario.
Mejora del estado de ánimo
Los rayos del sol, la brisa del viento y entrar en contacto con la tierra reduce los niveles de estrés, lo que se traduce en una mejora de la salud mental y del estado de ánimo. La belleza del entorno contribuye a que estemos más contentos.
Mejora la creatividad
Según algunos estudios, la creatividad se ve claramente estimulada al entrar en contacto con la naturaleza, aumentando la concentración. Muchos artistas se han inspirado en ella, al igual que estimula la fijación de conceptos a la hora de estudiar.
Mejora en la salud
Entrar en contacto con la naturaleza también se trasluce en una mejora de nuestra salud cardiovascular, al igual que beneficia a la salud ósea. Esto se debe a que la vitamina D que irradia el sol contribuye a una mejoría en los dientes, piel, cabello y al disminuir la presión sanguínea ayuda a la salud pulmonar.
Mejora en la calidad del sueño
También se ha comprobado que estar rodeados de un entrono natural durante las horas del día, mejora la calidad del sueño por la noche. Esto se debe a la exposición a la luz solar regula el ciclo circadiano del cuerpo, lo que nos hace sentir un poco más de cansancio por la noche.
Promueve la actividad física
Por otra parte, el contacto con la naturaleza fomenta la actividad física y por ende, tendremos una mejora en la salud en general, repercutiendo en el sistema circulatorio y respiratorio. Además, esto nos llenará de energía para afrontar el resto del día de la mejor manera.
Déficit de naturaleza
Por último, vamos a hablar de lo que se conoce como el “déficit de naturaleza”, el cual se hace presente en aquellas personas que reducen al máximo su contacto con el mundo exterior. Este tipo de prácticas desembocan en aparición de enfermedades como la depresión, sedentarismo, obesidad, diabetes, estrés y enfermedades mentales.