El tenis femenino, entregó en el Australian Open un partido increíble, que se definió con un acontecimiento único. En la segunda ronda del torneo, Anna Blinkova se quedó con una victoria imposible de olvidar por su impensada definición. La rusa venció a Elena Rybakina, tercera preclasificada y ex campeona de Wimbledon, por 6-4, 4-6 y 7-6 luego de dos horas y 46 minutos de juego.
El partido debió definirse en el tie break, precisamente en esa instancia se dio un hecho sin precedentes. El final del encuentro se transformó en una verdadera prueba de resistencia, tanto física como mental. El desempate, que contó con un juego de alto vuelo, finalizó 22 a 20 a favor de la rusa Anna Blinkova ante un público que desde las gradas del Rod Laver Arena no podía creer lo que veía.
Ambas tenistas pudieron ganar el partido en varias oportunidades, sin embargo, el triunfo quedó en manos de la rusa tras disponer de diez match points. El punto ganador, increíblemente llegó por un error no forzado que le puso punto final al tie break más largo en la historia de los singles de Grand Slams.
Luego del partido y con la emoción a flor de piel, la rusa Anna Blinkova expresó: “Gracias a la multitud por animarme, me alentaron mucho. Me dio mucha energía para luchar hasta el final”. Luego, visiblemente sensible, la tenista de 25 años añadió: “Este día lo recordaré por el resto de mi vida. Tuve tantos puntos de partido. Traté de ser agresiva, pero mis manos temblaban y mis piernas también. Intenté lo más duro que pude estar calmada y estoy súper feliz al final”.
Mentalidad de hierro
Los dos primeros sets se resolvieron en 38 minutos en promedio cada uno, mientras que el tercero y decisivo duró, con el maratónico tie break como cierre épico, más de una hora y media. “Me dije a mí misma que fuera sólida, que siguiera metiendo pelotas en la pista, y al final funcionó” precisó Anna, quién mostró una mentalidad sin fisuras y se quedó con el histórico triunfo.