Luego de que la misión OSIRIS-REx regresara a la Tierra hace algunos días atrás, la NASA se prepara para el análisis de los datos recolectados del gigantesco asteroide Bennu.
En parte, la NASA buscará estudiar cuales son las posibilidades de que este gigantesco asteroide impacte contra nuestro planeta (algo que podría ocurrir), pero por otro lado, la motivación pasa por recolectar datos del propio universo.
Si bien hasta el momento no ha trascendido el resultado de dicha investigación, lo cierto es que la comunidad científica espera que se den a conocer el venidero 11 de octubre, día donde está pautado un llamamiento por parte de la agencia norteamericana para dar a conocer la información recolectada.
En ese sentido, desde la NASA ya advirtieron que los análisis recolectados de Bennu no pasarán solo por sus manos, sino que se contará con la colaboración de otros países interesados como por ejemplo Japón.
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En base al material recogido por la sonda espacial OSIRIS-REx, se calcula que los científicos tienen en sus manos al menos 250 gramos del asteroide. No obstante, aclararon que el proceso de desensamblado de la sonda puede llevar varios días.
Al respecto de ello, trascendió que desde la NASA se analiza una especie de polvo negro recolectado de Bennu y aguardan a contar con piezas de mayor tamaño.
El origen
Las muestras recolectadas por la sonda, no solo podrían encerrar parte de la información de Bennu, sino que también sería una puerta de acceso para dilucidar uno de los mayores objetivos de la comunidad científica: el origen del universo y la vida extraterrestre.
En ese sentido, desde la NASA aseguran que este tipo de asteroides son como una “cápsula del tiempo” de la cual se puede extraer información vital para comprender mejor el origen de nuestro planeta al igual que corroborar la posibilidad de otras formas de vida más allá de nuestra atmósfera.