La Aloe Pink Blush es una suculenta originaria de Sudáfrica, que se destaca por tener hojas alargadas y carnosas en forma de rosetas. Si bien sus hojas nacen de color verde, se van tornando rosáceas y blancas dependiendo de la temperatura e iluminación que reciba.
La Aloe Pink Blush tiene una escasa altura, que no suele superar los 30 centímetros. Tiene flores tubulares, alargadas, colgantes, de color anaranjado o coral que aparecen en un tallo que surge del centro de la planta. Es una suculenta que florece a finales de invierno y principios de primavera, por lo cual está en plena temporada.
Esta bellísima especie es ideal para los amantes de la jardinería y decoración, ya que, al igual que la mayoría de sus familiares, necesita de cuidados muy sencillos y crece prácticamente en cualquier sitio. Además, tolera climas calurosos y secos sin problema.
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Cuidados básicos de la Aloe Pink Blush
Luz: requiere de luz fuerte y brillante, pero de forma indirecta. Si está en el interior es preferible colocarla cerca de una ventana. En exteriores re recomienda que esté en semi sombra para que sus hojas no se quemen.
Temperatura: se desarrolla correctamente en temperaturas que se encuentren entre los 21° C y 27° C, y puede soportar hasta los 5° C.
Riego: esta planta necesita de riego abundante pero poco frecuente. El sustrato siempre debe estar completamente seco antes de volver a regar, pues el exceso de humedad provoca que la planta se pudra. En invierno es importante limitar el riego al mínimo.
Sustrato: necesita un buen drenaje para no estancar su crecimiento. Es recomendable usar un sustrato especial para cactus y suculentas que sea 40% orgánico y 60% mineral.
Cómo se reproduce
La Aloe Pink Blush puede reproducirse muy bien a través de retoños, ya que los produce en buena cantidad alrededor de la planta original.
Utiliza una herramienta afilada para cortar los hijuelos por la base, y vuélvelos a plantar en otra maceta una vez que hayan pasado algunos días y le haya crecido un callo en el lugar del corte. Así, no absorbe agua en exceso y evitamos que se pudra.
Una vez que hayas plantado el retoño recuerda regarlo y esperar a que se seque el sustrato por completo para volver a regar. De esta manera, podrás tener una nueva suculenta, atractiva y saludable.