Para los amantes del jardín y de las plantas, hoy te presentamos a la crassula tetragona, una especie de suculenta originaria de de las zonas áridas y rocosas de Sudáfrica, que tiene como particularidad, la forma de un pequeño pino.
La crassula tetragona suculenta de hojas verdes carnosas y alargadas que crecen en pares opuestos a lo largo de unos tallos leñosos y ramificados. En épocas de verano, produce unas delicadas flores blancas en forma de estrella que contrastan con el verde de las hojas. Se caracteriza por ser muy resistente y fácil de cuidar, llegando a medir hasta un metro de altura.
Además, es muy fácil de reproducir por esquejes, lo que la hace ideal para crear composiciones y arreglos con otras suculentas. En esta nota te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre la crassula tetragona: sus características, sus cuidados y sus curiosidades.
Características básicas y detalles de su historia
La crassula tetragona pertenece a la familia de las crasuláceas, que agrupa a unas 1.400 especies de plantas suculentas distribuidas por todo el mundo. Dentro de esta familia, se encuentra el género crassula, que tiene unas 200 especies, entre las que se destacan la crassula ovata o árbol de jade y la crassula tetragona o pino miniatura.
El nombre científico de esta planta es crassula tetragona L., donde L. hace referencia al botánico sueco Carlos Linneo, quien la describió por primera vez en 1753. El nombre común de pino miniatura se debe a que sus hojas tienen cuatro ángulos (tetra significa cuatro en griego) y recuerdan a las agujas de los pinos.
La crassula tetragona se reproduce fácilmente por esquejes del tallo. Solo hay que cortar un trozo del tallo con unas tijeras o un cuchillo afilado y dejarlo secar unos días hasta que se forme un callo en el corte. Luego se coloca el esqueje sobre un sustrato con buen drenaje, sin enterrarlo, y se riega ligeramente. El esqueje pronto echará raíces y empezará a crecer. Es una planta de rápido crecimiento, por lo que no tardará mucho en formar un nuevo ejemplar.
Cuidados de la crassula tetragona
La crassula tetragona es una planta muy resistente y fácil de cuidar, que no requiere de mucha atención. Sin embargo, hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta para que la planta esté sana y bonita. Estos son los cuidados básicos que necesita la crassula tetragona:
- Riego: El riego debe ser muy moderado, ya que la planta almacena agua en sus hojas y puede pudrirse si se encharca. Lo mejor es regar solo cuando el sustrato esté completamente seco, y evitar mojar las hojas y las flores. En invierno, el riego debe ser aún más escaso, sobre todo si la planta está en un lugar frío y húmedo.
- Luz: La crassula tetragona necesita mucha luz para crecer bien, pero no le gusta el sol directo, ya que puede quemar sus hojas. Lo ideal es ubicarla en un lugar con luz indirecta o semisombra, donde reciba unas horas de sol suave al día. Si la planta está en interior, hay que ponerla cerca de una ventana luminosa.
- Sustrato: El sustrato debe ser ligero, poroso y con buen drenaje, para evitar el exceso de humedad. Se puede usar un sustrato especial para suculentas o cactus, o mezclar tierra común con arena o gravilla. También se puede añadir un poco de materia orgánica, como compost o humus de lombriz, para aportar nutrientes.
- Temperatura: La crassula tetragona es una planta que tolera bien el calor y el frío, siempre que no sean extremos. Puede soportar temperaturas entre 4ºC y 30ºC, pero lo ideal es que esté entre 15ºC y 25ºC. Si la temperatura baja de los 4ºC, hay que proteger la planta del frío y la humedad, ya que podría sufrir daños o enfermedades.
- Plagas: La crassula tetragona no suele tener problemas de plagas, salvo alguna ocasional cochinilla. Para prevenir o combatir las plagas, se puede aplicar un insecticida natural a base de jabón potásico o aceite de neem, pulverizando la planta cada 15 días.
Como ves, la crassula tetragona es una planta suculenta muy bonita y fácil de cuidar, que te dará muchas satisfacciones si la tienes en tu jardín o en tu casa. Además, su aspecto de pino miniatura la hace muy original y decorativa, y sus flores blancas le dan un toque de elegancia y delicadeza.
Además, es una suculenta muy resistente y adaptable, que no necesita de muchos cuidados ni atención. Solo tienes que proporcionarle un sustrato con buen drenaje, un riego moderado, una luz indirecta o semisombra y una temperatura templada. Y si quieres tener más ejemplares, solo tienes que cortar un esqueje del tallo y plantarlo en otro recipiente. Así podrás crear composiciones y arreglos con otras suculentas y disfrutar de su belleza.