La pelota de Daniil Medvedev quedó en la red sentenciando la final del US Open a favor de Novak Djokovic. El serbio se convirtió entonces en el máximo ganador de Grand Slams de la historia. El contundente 6-3, 7-6 y 6-3 desató el alocado festejo de “Nole”, que incluyó un emotivo festejo con su hija y un sentido homenaje a Kobe Bryant, el legendario ícono de la NBA.
Luego de igual a Margaret Court con 24 Grand Slams, Novak Djokovic se dirigió a la tribuna para festejar con los suyos y perderse en un sentido abrazo con su hija Tara. Luego, en conferencia de prensa, con las revoluciones más bajas, el ya legendario tenista explicó el motivo del festejo junto a su hija: “¿Después del último punto? Sentí alivio. Suelo celebrarlo, pero esta vez quería ir a abrazar a mi hija. Ella estaba sentada en primera fila. No sabía que ella estaría allí. Había unos pocos sitios en el ‘box’ y mi mujer la cuidaba junto con todo mi equipo”.
Luego agregó: “Cuando llegué a la pista la vi. Ella estaba frente a mí cuando yo estaba sentado en el banco. Ella me sonrió cada vez que necesitaba esa energía infantil inocente. Lo obtuve de ella. Cuando estaba pasando por momentos muy estresantes, sobre todo en el segundo set, cuando necesitaba un empujón de fuerza, de ligereza, ella me regalaba una sonrisa. Ella me dio un puñetazo. A ella le gustaba. Fue divertido verlo”.
Kobe Bryant presente en el festejo
Luego de la resonante victoria ante el ruso Daniil Medvedev, Djokovic decidió rendirle tributo a Kobe Bryant, la ex figura de la NBA que falleció hace tres años en un accidente aéreo. El flamante campeón del US Open se puso una remera con la leyenda “Mamba Forever”, en referencia a su desaparecido amigo.
“Kobe fue un amigo cercano, hablamos mucho sobre la mentalidad de los campeones. Cuando yo estaba sufriendo por lesiones y tratando de volver a la cima del juego, él fue una de las personas que más me apoyó de la manera más amigable. Pensé hace siete días en hacer esta camiseta por si tenía la oportunidad de ganar, pero no le dije a nadie. Lo que le pasó me hirió mucho. El 24 es el número que vistió cuando era una leyenda del básquet y pensé que podía ser un reconocimiento a lo que consiguió” expresó el ganador por cuarta vez del Abierto de los Estados Unidos.