Los días terrestres están divididos en dos, uno gobernado por el sol y otro por la Luna. Pero en ocasiones, nuestro satélite natural logra verse a pesar que todavía haya algo de luz solar.
Si bien este pude ser un fenómeno bastante cotidiano, lo cierto es que la ciencia busca conocer las razones de porque la Luna puede verse a plena luz del día.
Además, se le suma el contrapunto que la misma situación no ocurre de manera contraria. Es decir, el sol no se deja ver en el momento en que la Luna gobierna la noche.
La razón principal de ello es conocida por casi todos. El sol tiene la capacidad de emitir luz propia a diferencia de la Luna que solo brilla por su reflejo.
Durante la rotación y traslación del planeta, este gira sobre sí mismo por un lapso de 24 horas dejando algunas horas de luz y otras de oscuridad. En esa danza, la Luna acompaña a la Tierra en el viaje.
Sin embargo, al no poseer luz propia, el satélite es solo visible gracias al reflejo del sol sobre sí misma, lo que pude hacer que aparezca en el cielo a primeras horas de la mañana o sobre el final de la tarde.
Distancias
A esto se le suma que la Luna también guarda una estrecha relación de posición con nuestro planeta, la cual no es fija sino más bien variable generando consecuencias dentro de la Tierra.
En el momento en que la Luna se encuentra a una menor distancia de nosotros, la luz solar que impacta en ella puede contribuir a que sea visible antes de tiempo.