La decoración del hogar, es una forma de expresar nuestra personalidad, gustos e incluso emociones. Es una manera de crear un ambiente confortable y armonioso, donde sentirnos a gusto y relajados. En algún sentido de hecho, podría afirmar sin temor a equivocarme, que decorar nuestro hogar, es también un mimo a nuestra propia alma, ya que refleja lo que somos y lo que nos hace felices.
Dicho esto, intentar algún esfuerzo por mejorar la decoración del hogar, es entonces, una forma de cuidarnos a nosotros mismos, de hacer algo por nuestro bienestar, más aún, cuando utilizamos materiales que habitualmente suelen terminar en la basura como frascos o botellas de vidrio, ya que esto además de mejorar nuestro entorno cercano, nos pone en directa colaboración con nuestro medio ambiente, a través el concepto de reutilizar y reciclar.
Por ello hoy, te traemos una idea fácil, creativa y con pocos elementos para aportar esa idea inspiradora que te ayude a crear arte con lo que tienes a tu alrededor, cuidando el medioambiente y mejorando tu calidad de vida. Así que, sin más preámbulos, vamos a la lista de insumos y el paso a paso para que puedas hacer nuevos elementos para decorar la cocina.
Listado de Insumos
- Frascos de vidrio
- Pintura acrílica
- Pincel pequeño
- Un trozo de cinta adhesiva vinílica o de enmascarar
- lámina de corcho o cartón (si usas el cartón será conveniente que apliques papel maché encima y luego lo pintes)
- Adhesivo de contacto (yo utilicé un pomo de suprabond transparente pero puedes usar silicona caliente)
- Secador de pelo
Procedimiento
Toma uno de los frascos seleccionados, previamente lavados por dentro y por fuera, y quita las tapas, las cuales modificaremos al final de toda la decoración.
Toma un pedazo de cinta de enmascarar o cinta vinílica y cortale formas redondeadas, utiliza el alto del frasco para tomar la medida más conveniente y que quede lo más proporcionado posible, la idea será crear un efecto ventana como el que observas a continuación.
Ahora, es tiempo de tomar la pintura acrílica, y pintar cada frasco o botella que hayas elegido decorar hasta cubrir totalmente (incluyendo la rosca y la base). Para secar rápidamente la capa de pintura, toma el secador y tira aire caliente sobre el frasco durante algunos minutos.
Una vez que esté lo suficientemente seco, toma el pincel y con algo de pintura de otro color (yo utilicé blanco) salpica levemente toda la superficie para generar una textura diferente y un salpicre sutil.
Deja secar, o bien puedes volver a utilizar el truco del aire caliente con el secador de pelo, pero debes considerar que deberás posicionarlo con un poco más de distancia. Una vez que se haya secado la pintura, busca el extremo de la cinta adhesiva que colocamos en el inicio, y con mucha suavidad, despégala para que nuestra "ventanita" quede perfecta.
Ahora, ha llegado el turno de la tapa y para ello, yo utilicé una lámina fina de corcho que tenía en una vieja pizarra de mi casa, pero también, puedes usar cartón y luego pintarlo. En todo caso, para lograr que la tapa quede perfecta, primero corta una tira de lámina de corcho o cartón (el que hayas elegido) y haz una tira de 2 cm de alto y al menos 15cm. de largo y resérvala.
Luego, posiciona la tapa del frasco sobre el cartón o lámina de corcho y marca un círculo que sea levemente superior al tamaño de la tapa. Toma un cuter, córtalo y adhiérelo con el adhesivo de contacto a la tapa del frasco del lado externo. A continuación, toma la tira, y adhiérela alrededor de la tapa del frasco. Con esto, además de decorar la tapa, le has agregado algo de espesor. Por último, yo adherí una manija de vidrio macizo de un viejo mueble.
Y ahora sí, hemos llegado al final de la decoración de estos viejos frascos de mermelada que en mi caso puntual dispuse sobre una tablita de madera y pasaron a formar parte de otro rincón del hogar renovado gracias a una idea viral de reciclaje. Esperamos haberte inspirado y hasta la próxima.