Martes 14 de Noviembre 2023
RECETA

Raviolones de acelga, ricota y nuez, una receta para preparar sin pastalinda que rinde 5 porciones

Sigue paso a paso esta receta y crea las mejores pastas caseras.

Escrito en ESPECTÁCULOS el

Si tienes antojo de pastas rellenas y estás buscando una opción que contenga pocos ingredientes y fáciles de conseguir, esta receta de ravioles caseros es perfecta para la ocasión, y además, te resultará muy simple prepararla en casa es muy simple, ya que puedes usar ingredientes que seguramente tienes a mano.

Además, la versatilidad del relleno nos abre la posibilidad de combinarlos con una gran variedad de salsas que seguramente le aportarán un sabor irresistible a esta receta. Así que te invitamos paso por paso a descubrir cómo hacer esta receta sin fallas.

Ingredientes

Para la masa

  • 5 huevos
  • 500 gramos de harina 
  • 1 cucharada de sal

Para el relleno

  • 1 paquete de acelga
  • 30 gramos de nueces
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 1 huevo
  • 250 gramos de ricota
  • Ralladura de 1/4 de nuez moscada
  • 2 cucharadas de queso rallado
  • 1 yema de huevo
  • Nuez moscada (a gusto)

Modo de Preparación

Para dar inicio a la receta de hoy, en un recipiente agregamos 5 huevos y sal a gusto, mezclamos para comenzar a ligarlos. Una vez que hayas unificado clara y yema en el batido, comenzamos a incorporar la Harina tamizada, lo cual haremos de la siguiente forma, de los 500 gramos totales, utilizaremos solo 400, los cuales incorporamos en la mezcla a través de tres etapas consecutivas con el objetivo de facilitar la correcta integración de la harina a la masa, lo cual deberá verse al final de cada paso en el agregado como te mostramos a continuación.  

Una vez finalizado, retiramos la masa del recipiente y sobre la mesa de apoyo, volcamos el residual de la harina del recipiente y continuaremos amasando por al menos unos 5 minutos más incorporando de a poco los 100 gramos de harina restantes, hasta que la masa adquiera una forma homogénea y ya no quede pegada en nuestras manos. 

Una vez finalizamos, volcamos el bollo de masa en un plato, tapamos con un repasador y reservamos en heladera durante alrededor de unos 30 minutos. 

Ahora ha llegado el momento comenzar a trabajar con el relleno de acelga y para ello, lavamos muy bien el atado de acelga y cortamos todas sus pencas, separando hoja por hoja, la cual iremos acumulando en un recipiente formando un colchón de hojas. Luego, procedemos a enrollarlas para poder fácilmente hacer un picado fino de la misma. 

Acto seguido tomamos un puñado de nueces y picamos lo más fino posible. 

Ahora es el turno de picar los ajos y la cebolla, dos ingredientes ideales para darle un sabroso complemento a la acelga. Finalizada la preparación de las verduras, en una olla agregamos 2 cucharadas de aceite, allí rehogamos los ajos y las cebollas a fuego mínimo hasta que empiecen a sudar, allí incorporamos la acelga bien picada que habíamos reservado y sazonamos con sal y pimienta.

Removemos la mezcla a fuego mínimo durante el lapso de 5 a 7 minutos, cuidando que el relleno no se queme (dependiendo de la intensidad de tus quemadores el tiempo puede ser menor, observa siempre el avance la cocción según lo sugerido). Una vez finalizado, retira del fuego.

El próximo paso consiste en tomar un huevo crudo, romperlo y separamos la clara de la yema y reservamos. Ahora es tiempo de incorporar al sofrito la ricota, y la nuez picada. Revolvemos hasta integrar, luego incorporamos las cucharadas de queso rallado, removemos y probamos la mezcla para asegurarnos que tenga un correcto sazonado.  

Para el cierre de esta etapa, incorporamos a la mezcla la yema de huevo y mezclamos por a tu mezcla agregamos la yema de huevo, la cual mezclaremos muy bien para que una correctamente el relleno. Finalizado el proceso, dejamos el relleno reposar para que pierda temperatura y al llegar a la temperatura ambiente lo reservamos por unos minutos más en la heladera. 

Bien, habiendo finalizado las preparaciones, ahora llegó el momento de darle forma a los raviolones y para ello, tomamos el bollo de masa que habíamos reservado y comenzaremos por cortarlo al medio para obtener dos partes iguales.

Una de las mitades, la volveremos a tapar y reservar en heladera para trabajarla más adelante. A la mitad que trabajaremos primero, primero la espolvoreamos con algo de harina sobre la mesa de trabajo y comenzamos a amasar y estirar con el palote ( o en su defecto una botella que contenga agua tibia) hasta formar un rectángulo. Ten en cuenta que el truco para que la masa se estire correctamente, es arrastrarla por la harina floreada en la mesa cada vez que la damos vuelta.

Cuando la masa absorba toda la harina desparramada debajo de su superficie, volvemos a cortarla en dos partes. Una de ellas la reservamos y la otra, la estiramos hasta obtener un rectángulo, el cual será de espesor mucho más fino. Recuerda que uno de los secretos para lograr el rectángulo que buscas logre estirarse sin que se pellizque la masa, es amasar del centro hacia afuera hasta lograr una capa delgada como la que verá a continuación. 

Otra prueba alternativa que has amasado lo suficiente y estirado al punto correcto, es que una vez alcanzado el grosor correcto, con solo soplar en uno de sus bordes, éste debería levantarse un poco al igual que una bolsa lo hace cuando la agarra el viento leve. Habiendo alcanzado el punto comenzaremos el marcado y el proceso de rellenado.

En este momento, dobla la masa que has finalizado al medio, y una parte déjala estirada. Toma el cuchillo y haz las marcas corta con el cuchillo un pequeño ángulo, esta marca nos servirá que allí está el centro exacto. Volvemos a extender y ahora sí, con una ruedita de cocina o un cuchillo, comienza a delimitar cada raviolón asegurando respetar tamaños similares para cada uno.

Una vez marcada la base de los raviolones, agregamos la mezcla con una cuchara en el centro de cada espacio y con un poco de agua pincelamos los límites de cada cuadrado.

 Luego, simplemente extiende la media masa por encima del relleno, al ir apoyándola sobre el relleno, hazlo de forma suave e intentando marcar cada separación con los dedos como verás a continuación. 

Ahora, deberás ir quitando con tus manos el aire atrapado entre el relleno y la masa y para ello, presiona suavemente sobre los espacios vacíos hasta acercarte a la zona rellena.

Observa que una vez que hayas quitado todo el aire, te quedarán perfectos. Acercándonos definitivamente al final de esta receta, es momento de darles la forma definitiva a cada raviolón y para ello, yo utilizaré el mismo accesorio que habitualmente uso  para cortar la pizza, pero sino tienes este utensilio, puedes hacerlo tranquilamente con un cuchillo. Sea cual fuere el utensilio, te sugerimos comenzar de afuera hacia adentro para obtener la mayor prolijidad posible y no desarmar la placa.

Una vez que hayas terminado con el armado de todos los raviolones, tápalos y déjalos reposar unos 5 minutos.

Para ir cerrando el procedimiento de esta receta, toma una olla y agrega abundante agua segura, una vez que rompa en hervor, incorpora los ravioles y ve revolviendo suavemente hasta que se cocina, plazo que llevará entre 4 y 5 minutos hasta alcanzar el punto de retiro.

Ahor sí, hemos llegado al final de la receta, y recuerda que para terminar este sensacional plato con los secretos de la abuela, retíralos de la olla con espumadera y ya han quedado listos para que los disfrutes con la salsa que más te guste.