Hoy hablaremos sobre un producto natural y súper económico que todos, o casi todos, tenemos en casa y que tiene múltiples beneficios sobre las plantas. Hablamos de la harina de maíz o también conocida como polenta, la cual resulta sumamente positiva en el desarrollo de las distintas especies de nuestro jardín.
La polenta es la molienda directa de los granos de maíz. Está compuesta por 60 % de proteínas, 10 % de nitrógeno y el resto son elementos como magnesio, calcio y potasio. Su composición es tan completa que funciona positivamente sobre el crecimiento de las plantas. A continuación, te contamos cómo puedes usar este alimento.
Como fertilizante
Gracias a sus componentes, la polenta es muy propicia para usar como fertilizante de plantas. Si las tienes en maceta, solo tienes que agregarle a la tierra una cucharada sopera de este ingrediente natural. Con hacerlo cada 30 días alcanza.
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Y si es una especie que está en plena floración, como un árbol frutal, planta de flor o cultivo de huerta puedes agregar la misma cantidad que mencionamos anteriormente, pero cada quince días. Lo ideal es colocarla cerca de la base. Luego riegas y listo.
En caso de tener especies más grandes, no tengas miedo de excederte con la cantidad, porque al ser un ingrediente natural, se degradará con el tiempo ayudando a mejorar la calidad del suelo.
Como herbicida
Funciona como pre emergente, esto significa que no va a exterminar las malezas que ya estén crecidas en el suelo, sino que va a prevenir que germinen. Es un inhibidor de semillas. Funciona perfectamente si estás cultivando césped. Solo tienes que tirar un poco de polenta por encima para que evitar que crezcan malas hierbas.
También lo puedes utilizar en canteros. Solo debes esparcirlo por el suelo y luego regar. Así evitarás que se vuele y lograrás que se establezca.
Como hormiguicida natural
La polenta protegerá a tus amigas verdes de las hormigas al igual que lo hace el arroz. Estos insectos transportarán este ingrediente natural a su hormiguero. Luego en dicho lugar, pasadas unas semanas, las sustancias se pudrirán y afectarán directamente el hongo con el que ellas se alimentan.
Esto hará que las hormigas migren hacia otro lugar. Solo tienes que espolvorear las zonas en donde no quieres que ingresen, es decir, formar como una barrera. De esta manera, tus plantas podrán desarrollarse y crecer sin problemas.