El mundo de las plantas, flores y la naturaleza en su conjunto siempre nos tiene guardadas cosas sorprendentes, como lo es en este caso la Flor esqueleto.
Si bien la denominación de esta peculiar planta es Diphylleia grayi, lo cierto que popularmente ha adoptado el nombre de “flor esqueleto” debido a una de sus principales características.
La Diphylleia grayi es una planta originaria de los bosques de montaña en las regiones más frías de Japón y China que se puede reconocer gracias a sus hojas y flores.
El color verde predomina en esta planta debido a su hoja perenne y en forma de paraguas por las cuales la podemos reconocer.
Te podría interesar
Al ser una planta de bosque y de poco tamaño, tiende a llevarse mejor con los espacios de sombra debido a que, en su hábitat natural, se encuentra protegida por el resto de la vegetación que la rodea.
Con las condiciones necesarias de luz, la Diphylleia grayi mostrará a principios de primavera y hasta finales del verano un humoso racimo de hojas blancas que poseen una inigualable característica.
La magia natural
El atributo principal de esta planta radica en sus flores, la cual la lleva a convertirse en la tan buscada “flor esqueleto”. Esto se debe a que sus pequeños pétalos blancos se transparentan al entrar en contacto con el agua.
Esta particular condición diferencia a esta planta del resto en la naturaleza, dado que nos hace vivenciar un momento mágico. Una vez secas, las flores vuelven a su estado natural recuperando los pigmentos blancos.